Es vital pensar con rapidez y claridad. El fuego se propaga con gran rapidez, así que la prioridad es alejar a las personas. En un edificio, active la alarma contraincendios más cercana. Debería avisar a los servicios de emergencia, pero si ello retrasa su evacuación, no arriesgue su seguridad. El pánico asalta a las personas atrapadas por el fuego. Debe intentar reducir el pánico calmando a aquellos cuyo comportamiento incremente la alarma de los demás. Anime y ayude a evacuar la zona. No se retrase ni regrese a un edificio en llamas en busca de pertenencias. No vuelva a entrar hasta no recibir autorización de las autoridades.

No utilice nunca ascensores; al llegar a un lugar con fuego o quemados, pare, observe, piense, y no se precipite al interior, podría haber sustancias inflamables o explosivas, gases o emanaciones tóxicas, o riesgo de electrocución; un fuego pequeño puede ser un gran incendio en minutos; si hay riesgo para usted, espere a los servicios de emergencia; no intente combatir un incendio a menos que ya haya avisado a los equipos de emergencia y que esté seguro de no poner en peligro su propia seguridad.

El fuego

Para empezar a mantenerse, un fuego necesita tres componentes: ignición (chispa eléctrica o llama), combustible (gasolina, madera, tela); y oxígeno (aire). Eliminar uno cualquiera de ellos rompe este “triángulo de fuego”.

  • Eliminar de la zona cualquier material combustible, como papel o cartón, que pueda alimentar las llamas.
  • Cerrar una puerta ante el fuego para cortar su provisión de oxígeno.
  • Sofocar las llamas con una manta ignífuga u otro material impenetrable para evitar que el oxígeno llegue a ellas.

Si ve o sospecha de un incendio, active la primera alarma que vea. Sin ponerse en peligro, intente ayudar a la gente a salir, cierre las puertas tras de sí para prevenir la expansión del fuego. Busque salidas de incendios y puntos de encuentro. En su lugar de trabajo debería conocer el procedimiento de evacuación. Si está en otras dependencias, siga las señales de ruta de escape y obedezca las instrucciones.

Apagando Ropas Incendiadas

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Siga siempre este proceso: parar, tirar y rodar. Si puede, envuelva a la victima en un tejido resistente antes de hacerla rodar.

  • Pare a quien vea aterrorizado, corriendo de lado a lado, o saliendo; cualquier movimiento o brisa avivará las llamas.
  • Tire a la víctima al suelo.
  • Envuélvala firmemente en un abrigo, alfombra (nunca de nylon), manta, cortina o cualquier otro tejido resistente.
  • Haga rodar a la víctima por el suelo hasta sofocar las llamas de su ropa.
  • Si dispone de agua u otro líquido no inflamable, tienda a la víctima con la parte quemada hacia arriba y enfríe la zona quemada con el líquido.

Humo y Gases

El fuego encerrado crea una atmósfera muy peligrosa, pobre en oxígeno y cargada de monóxido de carbono y gases tóxicos. No entre lugar en llamas o lleno de humo ni abra una puerta en dirección al fuego. Deje eso para los bomberos.

  • Si queda atrapado en un compartimiento vaya a una estancia con ventana y cierre la puerta. Si cruza zonas con humo, vaya agachado: el aire es mas limpio al nivel del suelo.
  • Si debe escapar por una ventana, saque primero los pies; descuélguese por completo antes de dejarse caer.
  • Bloquee el hueco inferior de la puerta y permanezca tendido junto al suelo, donde es menos probable encontrar humo.