Son heridas ocasionadas por los dientes de un animal o por el hombre. Se caracterizan por ser laceradas, avulsivas o punzantes, presentar hemorragias y a veces shock.

Una persona mordida corre alto riesgo de infección (entre ellas el tétano) porque la boca de los animales está llena de bacterias.

Mordeduras de serpientes

Las serpientes son animales apacibles y poco agresivos; en general huyen del hombre. Cuando muerden al hombre lo hacen en defensa propia y casi siempre en su medio ambiente natural, bien porque una persona se interpone accidentalmente en su camino o porque se las molesta de algún modo.

Sin embargo, las serpientes que viven en cautiverio son responsables de un número significativo de mordeduras, y entre sus víctimas se cuentan veterinarios, biólogos, guardas de zoológicos, coleccionistas y adiestradores.

Las huellas de la mordedura de una serpiente venenosa se caracterizan por la presencia de pequeños orificios sangrantes y a veces uno sólo; la distancia entre los dos colmillos nos da la idea de la profundidad a la que se encuentra el veneno; la profundidad cambia según la serpiente:

Las huellas de la mordedura de una serpiente no venenosa se caracteriza por una serie de puntos sangrantes en hilera paralelas y superficiales; no se presenta inflamación ni dolor.

Las manifestaciones y gravedad del envenenamiento producido por mordedura de serpientes, depende de:

  • Edad y tamaño de la víctima.
  • Condiciones de salud previas.
  • Especie y tamaño de la serpiente.
  • Mordedura accidental de animal previamente irritado.
  • Los estados de los colmillos y glándulas venenosas de las serpientes.
  • Naturaleza y sitio de la mordedura.
  • Cantidad de veneno inoculado.
  • Duración en tiempo entre el accidente y la atención adecuada.
  • Acción del veneno.

Atención general de las mordeduras

Antes de iniciar los primeros Auxilios, es necesario identificar el tipo de serpiente que causó la mordedura, ya que esto ayuda en el tratamiento que se prestará en el centro asistencial.

Ante una víctima que fue mordida por una serpiente venenosa, siga estas medidas:

  • Coloque la víctima en reposo y tranquilícela.
  • Suspéndale toda actividad, ya que la excitación acelera la circulación, lo que aumenta la absorción del veneno.
  • Quite los anillos y todos los objetos que le puedan apretar la parte afectada.
  • Si es posible lave el área afectada con abundante agua y jabón, sin friccionar.
  • No coloque hielo, ni haga cortes en cruz sobre las marcas de la mordedura.
  • Si usted sabe que la víctima no recibirá atención médica especializada antes de que transcurran 30 minutos, considere el succionarle la herida con el equipo de succión para animal ponzoñoso.
  • Si esto no es posible, realice punciones en el área de la mordedura con una aguja hipodérmica estéril. La profundidad varía de acuerdo con el tipo de y bote serpiente causante de la lesión, coral 3 mm, mapana 2 cm.
  • Succione el líquido que extraiga.
  • Repita esta maniobra durante los primeros 30 minutos después de la mordedura. En su defecto, aplique la succión bucal sobre
  • las marcas colocando un plástico y succione a través de él durante 30 minutos.
  • Cubra el área lesionada con gasa o un apósito.
  • Aplique un vendaje compresivo ancho y apretado, pero no en exceso, de la mano al hombro o del pie a la ingle; la venda debe quedar lo bastante tensa como para ocluir las venas superficiales y los vasos linfáticos, pero nunca obstruirá l a circulación arterial; esta medida evita la circulación del veneno y ofrece un tiempo de seguridad, hasta conseguir atención médica.
  • No lo suelte.
  • Sea como fuere, nunca debe soltarse el vendaje hasta tanto no se haya administrado el suero antiofídico y debe ser aflojado gradualmente en el centro asistencial.
  • Si no dispone de una venda, es útil inmovilizar el brazo o pierna afectada con una férula o entablillado.
  • En accidente ofídico por corales o cascabel, si se presenta parálisis de lengua y mandíbula, realice hiperextensión del cuello, para abrir las vías respiratorias .
  • Esté alerta para prevenir el shock.
  • Transporte la víctima preferiblemente en camilla a un centro asistencial, para administración del suero antiofídico y el manejo de las complicaciones.

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